domingo, abril 22, 2007

Alba, Federico García Lorca.

Mi corazón oprimido
Siente junto a la alborada
El dolor de sus amores
Y el sueño de las distancias.
La luz de la aurora lleva
semilleros de nostalgia

Y la tristeza sin ojos
De la médula del alma
La gran tumba de la noche
Su negro velo levanta
Para ocultar con el día
La inmensa cumbre estrellada.

¡Qué haré yo sobre estos campos
Cogiendo nidos y ramas,
Rodeado de la aurora
Y llena de noche el alma!
¡Qué haré si tienes tus ojos
Muertos a las luces claras
Y no ha de sentir mi carne
El calor de tus miradas!

¿Por qué te perdí por siempre
En aquella tarde clara?
Hoy mi pecho está reseco
como una estrella apagada.


(Abril de 1919, Granada)

1 comentario:

Fhil Navarro dijo...

Bonito, muy bonito, y también sentido. Espero dar noticias mías pronto.

Hasta más ver, un besiño.