jueves, julio 26, 2007

Vulnerabilidad extrema

He descubierto un tesoro en la web: http://artnudes.blogspot.com/
Las fotos que siguen son de Pawel Sujecki.
Sencillamente hermosas.


sábado, julio 07, 2007

lunes, julio 02, 2007

Besos que enamoran

Nos conocimos por un amigo. Sabía de sobra que no era mi tipo pero algo había que le hacía especial. Estuvimos bebiendo toda la noche, bailando y rozándonos sutílmente. En el tercer bar, nos besamos. Con el alcohol no recuerdo quien fue el primero en lanzarse, ni cuando ocurrió exactamente.

Fue un beso tímido, casi infantil. Un beso que tardó en volver. Seguimos bebiendo; había sido demasiado dulce para no repetirlo, así que ambos nos encargamos de ahuyentar el miedo.

Tampoco me acuerdo del segundo, creo que no era yo quien lo intentó. Lo que sí recuerdo era que besaba bien; me gustaba muchísimo la sencillez de sus besos.

Empezaba a sentir adicción por sus labios. El superior casi no se veía y el inferior estaba rojo de tanto mordérselo. Había probado hasta entonces el placer de muchas bocas, pero aquella transmitía inocencia y melancolía.

Entonces empecé a imaginar besos por todo mi cuerpo. Sentía que me agarraba por la cintura, me estiraba del pelo echándome hacia atrás y me mordía el cuello para luego aliviármelo con su lengua.

Cuando me percaté de que tenía la piel erizada, me excité tanto que ya no pude contenerme. La besé despacio, con cuidado para no asustarla, y prometí para mis adentros que no la dejaría escapar jamás.

Pero de repente, la cabeza me empezó a dar vueltas, el último chupito no me había hecho ningún bien. Di un paso atrás, le miré, tomé aire y me fui corriendo.

Cuando salí a por ella, ya no estaba.

Apoyada en la farola de un callejón 500 metros más abajo, lo vomité todo.

Cuando llegué al lugar, se había marchado ya. Solo quedaban mis besos, esparcidos por el suelo.

Los de Javier no pude vomitarlos. Ni quise.

sábado, junio 23, 2007

I love the rain the most when it stops

Ésta es la historia real de una amiga. No solía hablar de su vida sexual; según ella no tenía mucho que contar. Había salido con muchos chicos pero todos, decía, eran nefastos en la cama. Demasiado lentos y empalagosos, o rápidos y secos. Están los que preguntan constantemente a la chica cuánto falta para que llegue al orgasmo, los que en vista del “éxito” se exceden con los dedos tras el coito, los que son demasiado delicados para el sexo oral, o los que obligan a una a ducharse después de tanto lengüetazo. También los hay que muerden demasiado los pezones, que pasan de caricias en la espalda, o que no besan el ombligo. Unos llevan boxers demasiado ajustados, otros calzoncillos poperos o infantiles y los que llevan gallumbos de cuadros no se quitan los calcetines al hacerlo.

Como os contaba, no estaba satisfecha pero poco tardó en remediarlo. Todas las mañanas, al levantarse, subía un poco la persiana para sentirse observada, ponía música y se masturbaba. La mayoría de las veces, con orgasmo. Después, ducha y al trabajo. Visitaba el sexshop del centro una vez por semana. Estaba aficionada a los consoladores y lubricantes, y sentía interés por cualquier objeto que pudiera darle placer. Una cosa no quitaba a la otra y continuaba, siempre que podía, acostándose con chicos. Lo que sí iba de mal en peor era la idea que tenía de éstos. −Nosotros no los necesitamos, Berta. Total para lo que hacen. Lástima que no podamos acariciarnos a nosotras mismas en según qué zonas− opinaba.

Pero aquella mañana, me confesó en el trabajo, no se había masturbado. Nunca, ni siquiera ella sola, había sentido el cosquilleo de la noche anterior. Le conoció en un bar, charlaron y bebieron toda la noche. Él se ofreció a acompañarla a casa, ella le invitó a subir para prestarle el CD del que le había hablado y juntos se desnudaron lentamente mientras Joe Purdy recitaba cantando de fondo. Todavía se le erizaba la piel al recordarlo.
−Se llama amor a primera vista−, le dije yo.




*La imagen es Danae, de Klimt.


jueves, junio 14, 2007

miércoles, junio 13, 2007

Los Tristes (VI), Rosalía de Castro


Cada vez huye más de los vivos,
cada vez habla más con los muertos
y es que cuando nos rinde el cansancio
propicio a la paz y al sueño,
el cuerpo tiende al reposo,
el alma tiende a lo eterno.




*La pintura es "Seated nude", de Amedeo Modigliani

martes, junio 12, 2007