sábado, agosto 13, 2005

Amor Idiota

¿Es el amor idiota? O más bien: ¿Es idiota aquel que está enamorado? ¿Se comporta como un idiota aquel que ama a alguien?
Uno es capaz de hacer cualquier cosa para conseguir que el otro se fije, aunque sea mínimamente, en él: perseguirle cada noche después del trabajo, dejarse ver cada dos por tres, rozar la barrera del peligro espiando al otro o, sencillamente, se puede ser idiota. Viendo el protagonista de Amor Idiota, no cabe ninguna duda de que cualquier cosa vale para que el otro se deje querer.

Pero, ¿es el resultado de tanta idiotez siempre como uno desea? ¿O las cosas no son tan sencillas? Sería perfecto golpearse con alguien por la calle, caer enamorado perdidamente (es lo que se conoce como flechazo), hacer un poco el idiota, dejar que pasen unos días y ¡zas!, objetivo cumplido: por fin consigues la felicidad que durante tanto tiempo anhelaste. Cada día las cosas van mejor, no puedes evitar pensar en su cuerpo, os deseáis cada vez más, vuestras miradas son ya producto de la más extrema complicidad, no hacen falta palabras para captar vuestras intenciones y, cuando crees que estás preparado, decides llegar a la cumbre de la idiotez y dar el paso decisivo: raptar a tu amado para tenerlo siempre a tu lado y empezar con él una etapa nueva de tu vida.

No obstante, ¿qué sucede si efectivamente te golpeas con alguien del que crees caer enamorado pero él no reacciona como estaba previsto? ¿Qué pasa cuando tu idiotez no sirve para nada? Le envías algún mensaje de vez en cuando, le respondes al teléfono con ilusión, le devuelves la llamada al cabo de un tiempo para agradecerle el gesto, todavía piensas en él cuando escuchas ciertas canciones, aceptas que pueda estar con otras porque si algo tienes muy claro es que aquel golpe y aquellos días de prueba fueron preciosos pero no os obligan ni a ti ni a él a tener nada serio y tampoco a renunciar a las ocasiones que se os presenten en el camino, e incluso a veces no pierdes la esperanza de que él, como lo haces tú, viva su vida con otra gente, sin ataduras, sin compromisos pero dejando de vez en cuando algún huequecito para ti.

Efectivamente, tu vida no es como la de Amor Idiota y aquí las cosas no van cada vez mejor, sino que todo sigue estancado, en su sitio, tal como lo dejasteis días después del golpe. Y una se pregunta, ¿hay posibilidades de conseguir que esto avance después de tanto tiempo? Tal vez lo mejor sería olvidarle y aceptar que un año es más que suficiente para dejar que el tiempo actúe sobre los dos, favorable o negativamente. A estas alturas difícilmente puede una raptar al otro para empezar algo nuevo, ¿no es cierto? Pero… ¿y si resulta que no me estoy comportando como una auténtica idiota? ¿Y si he de esperar todavía más? No sé, odio precipitarme. Voy a comportarme como el protagonista de la película, voy a ser dócil y esperaré. Aunque, pensándolo bien, esto no es Amor Idiota, a mí nadie me ha prometido llamarme; ¿cómo sé que haremos ese viaje finalmente? No me aclaro, ¡mi cabeza no da para tanto!

No sé si el amor es idiota pero lo que está claro es que el mundo está lleno de idiotas, y yo solo me fijo en ellos. Quizás sea porque soy una idiota más…

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