sábado, agosto 12, 2006


La playa del Triador

No tienen vida.
Están ahí, aparentemente inertes,
soportando cuerpos y esteras. Agua y roca.
Consecuencia del trabajo de nadie.
O quizá del aire…

No tienen vida pero acogen a la madre y al niño.
Ocupan al astro aburrido y al cigarro apagado.
No tienen vida. Se sumergen sin respirar.
Entran. Salen.
No respiran pero saltan en el agua esquivando el oleaje.
Tapete de baraja. Masaje para el pie.

No tienen vida. ¿O sí?
¡Necesito ese cosquilleo otra vez!


Nacho P.

1 comentario:

Anónimo dijo...

hola :)
trobo a faltar els teus posts.. :(
mol bo el poema
un peto
*