martes, noviembre 01, 2005

Porque probablemente usted también se preocupa por tonterías…

Déle al play, suba el volumen. Cierre los ojos y piense en la persona que más quiere en este mundo. Imagínela. Empiece dibujándola; después coloréela. Déjele gesticular. Recréese con ella y piense en los momentos que ha pasado y pasa a su lado, en lo que comparten, en sus conversaciones, en las muestras de cariño…

Continúe cerrando los ojos, perfeccione su imagen todavía más para así poder recuperar cada uno de los minutos que han compartido hasta ahora. La música avanza. Sus recuerdos brotan sin cesar. Intensa y rápidamente. Piense lo feliz que ha sido y es a su lado y dígale con la mente que le quiere más que a nada en este mundo, que su vida sin ella perdería todo su sentido. Porque la necesita. Sabe que no podría soportar su ausencia. Nada sería lo mismo. Recapacite. Avergüéncese de los momentos que prefirió pasar haciendo otras cosas, de las veces que se marchó sin decirle adiós.

Pero sobre todo, y si es necesario suba el volumen ahora que se acerca el estribillo, piense que la podría perder. La angustia le invade. El miedo se apodera de su persona y siente cómo la rabia le quema por dentro. Y es que si desapareciera no podría seguir adelante. Porque los hilos que a usted le sujetan perderían toda su fuerza si ella no los moviera. De ella es de quien depende su vida. Y entonces piensa que todo, comparado con su pérdida, es absolutamente insignificante.

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